lunes, 28 de agosto de 2017

Cocinando en pareja: Bravas originales.

¡Hola amores! Hoy os traigo una nueva sección en el blog, si os gusta, os prometo que haré más. Como habéis leído en el título, hoy vengo a hablaros de una receta, y como ya sabéis, me encanta pasar tiempo con mi pareja. Bueno, pues se nos ocurrió buscar recetas para poder hacer los dos juntos, y así, a la vez que hacemos las cosas de casa, pues nos divertimos un rato juntos.
La receta que hicimos fue algo sencillo: patatas bravas. Pero queríamos hacer algo diferente, no hacer las típicas, y buscando, encontramos el canal de Yumland y vimos que hacía unas patatas bravas, que según dice, encontró investigando como "receta original", y nos pusimos manos a la obra.


Los ingredientes de la salsa (que, al final, es el toque del plato) son los siguientes:
- 1 cucharadita pequeña de pimentón dulce.
- 2 cucharaditas pequeñas de pimentón picante.
- 1 cucharada de harina
- 1 taza de caldo de pollo
- Aceite y sal al gusto.

Mientras pelábamos las patatas, pusimos a calentar el caldo (hasta que humee, pero sin hervir), y a calentar aceite para hacer la salsa (un poco más que en la foto porque nos quedamos un poco cortos).
Cuando el aceite está humeando, hay que poner el pimentón y remover rápidamente durante unos 20 segundos para que no se queme (¡Mucho cuidado en este paso! Si el pimentón se quema, amargará todo el plato.) Cuando ya se ha mezclado, añadimos la harina y, enseguida, el caldo, poco a poco y removiendo para que no queden grumos.



Mientras se remueve la salsa, se van haciendo las patatas. Las pelamos y las partimos en trozos, desiguales, del tamaño suficiente para que quepan en la boca sin tener que partirla. Las medio "recueces" en aceite a fuego suave.

Cuando pinchas las patatas con el tenedor y se sueltan, es el momento de poner el fuego fuerte, para que queden tiernitas por dentro y crujientes por fuera. ¡Ojo! Ahí veis la salsa en el fuego porque es una salsa que se toma caliente.






Y este es el aspecto final de las patatas, recién sacadas de la sartén.

Y una vez has sacado las patatas de la sartén, les pones por encima la salsa.









¡Y ESTE ES EL RESULTADO!
Dan ganas de comérselas, ¿verdad?
PD: No pusimos demasiada salsa por encima porque es una salsa picante, y no cenamos solos, y así todo el mundo puede probarlas.





Nuestra opinión personal:
Al principio, probamos la salsa sola. Como dice Yumland en el vídeo, no es mi salsa favorita, no os voy a engañar. Pero la verdad que con las patatas, ¡madre mía! Es un sabor riquísimo.
El único momento delicado de la receta es el momento de poner el pimentón, ya que hay que tener cuidado para que no se queme. Pero, quitando ese momento, es muy fácil. La hicimos en pareja, pero es una receta para cualquiera, incluso con los más peques de la casa, aunque ellos no tomen picante.

Yo siempre digo que hay que cuidar lo que queremos, y hacer cosas con las personas que queremos, es dedicarles lo mejor que podemos darles, que es nuestro tiempo. Y ya sea cocinando o viendo una película, pero disfrutemos de las personas que nos quieren y, sobretodo, disfrutemos de nosotros mismos.

Antes de terminar, os dejo el vídeo de Yumland, donde podéis ver la receta paso a paso, muy bien explicado. Gracias por la receta <3

Y decidme, ¿alguna vez habíais probado y oído hablar de esta receta? En el vídeo también tenéis un poquito de información del origen.

miércoles, 23 de agosto de 2017

¿Sola, enamorada o acostumbrada?

Leer tu libro favorito o escuchar tu canción favorita. Ir de compras sin mirar los precios o bailar bajo la lluvia sin miedo a acatarrarse. Una fiesta, bailar sin miedo, beber, reír. Conocer una nueva ciudad de la que enamorarse.
Hay cosas en esta vida que son perfectas por si solas, y para hacerlas tú sola, pero son mucho mejores si las haces con esa persona especial.
Leer tu libro favorito apoyada en su pecho, notando su respiración y oyendo los latidos de su corazón; tener la suerte de que tu canción favorita sea también la suya, y poder escucharla mirándoos a los ojos, sintiéndoos identificados con cada verso. Salir del probador de la tienda con ese vestido que te encantaba, pero que no te termina de convencer en tu cuerpo, y que te mire, con ese brillo en los ojos que te hace confiar plenamente en ese "estás preciosa, nena". O que cuando estás ya completamente mojada por la lluvia, te coja y te llene de besos, y cuando llegáis a casa te de una toalla y te ayude a secarte el pelo porque no quiere que te acatarres, te quiere siempre bien. Y en esa fiesta, llena de gente, de repente se cruzan vuestras miradas, el tiempo se para y la gente desaparece, y solo quedáis vosotros, unidos mediante ese lazo que no se rompe, ni por los kilómetros, ni por las personas.
Hay cosas que son preciosas para compartir, sobretodo si las compartes con esa persona especial.



Y es que, no siempre que se tiene una pareja, se siente esa magia. Yo creo que solo la sientes con una persona, esa persona especial, esa que está predestinada a compartir tu vida contigo, porque es una vida de dos, y aunque cada uno haga sus cosas y no siempre estáis juntos, estás deseando que llegue el momento de hablar con él, para contarle eso bueno y que te ha pasado y ver en sus ojos la alegría que siente por verte feliz, o desahogarte por algo que no ha ido bien, y que sus brazos te hagan olvidar todo lo malo, y te sientas por fin en casa.
Y aunque hayas estado con otras personas, y hayas tenido otras relaciones, a veces largas, o a veces cortas, y aunque hayas tenido miedo de romper en cada discusión, eso no siempre significa que estés enamorada y que esa persona sea tu persona especial
Yo siempre digo que no es lo mismo estar enamorada que estar acostumbrada y, para mi, si ya no hay magia, si ya cuando haces planes de futuro no te ves con él, si no te quedas mirándole como una niña hipnotizada y no te pierdes en cada centímetro de su cuerpo... puede ser que no estés realmente enamorada, y puede ser que el miedo a perderle se deba a que te has acostumbrado a tener a esa persona en tu día a día y te da "miedo" la indecisión de un futuro sin él. Pero cariño, te aseguro que te estás perdiendo una parte realmente bonita de la vida; yo, por experiencia, te recomiendo que no la desaproveches.
Vive el amor, si es de verdad, la magia no se va a perder nunca.

domingo, 20 de agosto de 2017

Tazatachán

¡Hola amores! Hoy vengo a presentaros una página que, seguro, os va a enamorar. Primero de todo, deciros que me encanta el café, el té y la cerveza. Y claro, no es lo mismo beberte un buen café en una taza cualquiera o bebértelo en una taza muy molona. O beber una buena cerveza, bien fría, en un vaso normal, o beberla en una jarra que enamora, incluso más que la cerveza. En eso estamos de acuerdo, ¿verdad? Pues para todos los que estén de acuerdo conmigo, os traigo vuestra solución.

Tazatachán es una página donde podéis encontrar el regalo perfecto para todos los amantes de la bebida, cualquiera en general, o daros un caprichito vosotros mismos.
Yo conocí esta página por Twitter donde, si no recuerdo mal, hicieron algún sorteo. Al ver la imagen de la taza, decidí meterme en la web para ver todos sus productos, y ¿sabéis qué?
Que casi me muero de amor. Y como para no.
Tenéis un montón de diseños, para todos los gustos.
Si te gusta el cine, te enamorarás de alguna de sus tazas. Si eres más de anime, o quizás de videojuegos, ¿series quizás? Bueno, pues también encontrarás tu taza perfecta aquí.



Y no solo hay tazas, como dije, también hay jarras de cerveza... ¡Y qué jarras!



También encontraréis posters con los diseños que más os enamoren. Es una página muy completa, ¡a mi me tienen enamoradita!
Para acabar el post, os traigo un pequeño regalito de parte de Tazatachán, y es que si con vuestro pedido, usáis el código "BLOG10" obtendréis un 10% de descuento. Además, si queréis, podéis aprovechar y hacer regalos, o daros varios caprichos, ya que con pedido superior a 35€, los gastos de envío son gratis.
Gracias a tazatachán (https://tazatachan.com/) por la colaboración, y a vosotros, no perdáis la oportunidad de tener una taza maravillosa.

jueves, 17 de agosto de 2017

Fundación Josep Carreras.

¡Hola amores! Hoy no vengo a hablaros de una historia personal, pero si de algo muy importante, tanto para mi (que por suerte no tengo a nadie cerca con esa enfermedad), como para todas esas personas que están luchando contra ella, bien por alguien cercano o bien por ellos mismos.
Como habéis leído en el título, vengo a hablaros de la Fundación Josep Carreras. Muchos ya sabéis a lo que se dedican, pero para los que no, ahí voy.

La Fundación Josep Carreras se dedica a curar la leucemia y otras enfermedades oncológicas de la sangre. La leucemia es una patología de los órganos productores de la sangre, por la cual hay un exceso de leucocitos (glóbulos blancos) en la sangre y en la médula ósea. Bueno, pues esta fundación se dedica a buscar una cura a estas patologías impulsando todo tipo de proyectos para lograrlo. Desde 1991 gestionan el registro oficial de donantes de médula ósea en España. Para muchos pacientes, la única solución es el trasplante procedente de un donante no emparentado, y gracias a las investigaciones que realizan a diario, más de 6000 personas de todo el mundo han podido someterse a un trasplante.
Además de toda la investigación que realizan, disponen de pisos de acogida para que los pacientes con pocos recursos puedan recibir su tratamiento sin un elevado coste económico extra, como el que sería tener que conseguir un piso cerca de la clínica o incluso un hotel.

En mi opinión, todas las personas que trabajan y colaboran en esta fundación hacen una gran labor. Ayudan a muchísimas personas, tanto a los propios pacientes como a sus familiares. Es muy sencillo colaborar con ellos: te puedes hacer socio por 40 céntimos al día (12 € al mes), y ya con eso ayudas a financiar un día entero de investigación. Y cuanto más puedas colaborar, más ayudas, tanto a mantener los pisos de acogida para pacientes y familiares, como a la investigación de nuevos medicamentos para personas que no responden a los tratamientos habituales. Además, si no queréis haceros socios por cualquier razón, también podéis colaborar con un donativo puntual.
Os dejo el link de su página, donde podéis contactar con ellos, y os resolverán cualquier duda que tengáis. Son gente muy amable, y siempre están dispuestos a ayudar.


Cada día queda menos para la cura definitiva de la leucemia, un día más es un día menos.
#Ponlefecha esa fecha puede ser mañana.

lunes, 14 de agosto de 2017

Favoritos de la vida.

Me gusta la lluvia., cuando no hay truenos. Me gusta oír las gotas de lluvia chocando contra los cristales, el olor a lluvia, sacar la mano por la ventana y sentir las gotas frías, pero, a la vez, sentirte segura dentro de casa, tapada con tu manta favorita y un te en la otra mano.
Me gusta la velocidad, me encanta esa sensación que se desata en mi tripa y que me hace sentir viva.
Me gusta leer, poder sentir los sentimientos de personas, tanto reales como ficticias, que vivieron una y mil personas y que sintieron un millón de cosas.
Me gusta bailar. Me da igual que en el exterior no haya música, siempre hay alguna canción rondando por mi cabeza; y me encanta esa sensación de volver a ser esa persona que siempre he querido, que adoraba bailar  que no se avergonzaba de nada.
Me gusta escribir, poder expresar todo lo que hay en mi mente y que, bien por vergüenza o bien por timidez, no soy capaz de expresar mediante la voz.
Me gusta la música, siempre he pensado que hay canciones que hay que escuchar con el volumen a tope, y sentir de verdad desde la primera nota hasta la última.
Me gustan los abrazos, los de verdad, los que unen todas tus piezas. Estar distraída y que te abracen por la espalda, apoyar la cabeza en su hombro y que se y te escape una sonrisa de verdad, inevitablemente, porque sientes segura, y esa sensación te hace sentir muy bien.

Hace algún tiempo que la vida me va muy bien, me va genial, que las canciones con letras tristes ya no me identifican, que ya no tengo ganas de llorar casi todas las noches, que ya no me gusta la soledad, que ya cada día me soporto un poquito más y me odio menos. Y es que, hace algún tiempo que me siento verdaderamente feliz. Y esa es mi sensación favorita de la vida, volver a vivir.

jueves, 10 de agosto de 2017

Ansiedad

¡Hola amores! Hoy vengo a hablaros de Bea, una chica maravillosa que escribe genial. Os dejo, antes de enseñaros lo bien que escribe, el link de su blog https://beitavg.wordpress.com/. Como habéis leído en el título, el post habla de la ansiedad, y ella ha encontrado una forma muy gráfica para que veáis lo que sufre una persona con esta enfermedad. 

El aire se ha acabado. No llega nada a mis pulmones. Todo está oscuro pero no sé si es de noche o quizás haya todo un universo encima de mi cabeza...o quizás sea tierra. Sólo sé que se ha acabado el aire.
O quizás alguien me lo esté quitando porque siento unas manos fuertes apretar mi pecho hacia abajo y mi cuello. Me ahoga. Siento en la espalda todo el peso de mi cuerpo y el suyo clavándose en el colchón.
No puedo moverme, intento abrir los párpados pero me los han cosido...sólo puedo mover los dedos de las manos que se agarran fuerte a las sábanas y las piernas que patalean. Intento hablar pero de mi boca no sale ningún sonido.
Siento sudor. Muchas gotas van surgiendo en mi frente mientras mi pecho sigue siendo presionado, sin piedad. De pronto me liberan la boca y el aire llega a mis pulmones. Es poco, no es el suficiente para que mi cuerpo reaccione. Siguen apretándome contra el colchón mientras el corazón late deprisa, desbocado, sin ritmo, frenético…
Abro los ojos de golpe. No hay nadie. Quizás se haya ido o quizás nunca haya estado.
El corazón sigue latiendo a descompás, con prisa, lo siento acercarse a mi boca, parece que quiere escapar de mi.
Me duelen los dedos de apretarlos contra las sábanas. Y el pecho. Pero no hay nada  ni nadie en la habitación. Sólo estoy yo empapada en sudor. Necesito asomarme a la ventana para volver a la realidad. En la calle no hay nadie, sólo las farolas enseñan su luz amarilla.
Siento la boca seca, necesito agua.
Sé que no ha sido una pesadilla. No es la primera vez ni la última que lo sienta. Quizás sí sea la primera vez que me visita de noche, dormida, en mi pequeño remanso de ¿paz? Ya ni los sueños están a salvo, todo ha quedado en sus garras y no estaré segura en ningún rincón en el que esté conmigo, a solas o no, no le importa que haya gente a mi alrededor. Tan sólo llega y me atrapa en sus garras. Quizás un día me deje sin aire o tal vez me pare el corazón...o quién sabe si me vuelva tan loca que acabe por escapar de mi misma, de algún modo.

Sobrecogedor, ¿verdad? Os dejo también la parte más personal de su blog https://lasreflexionesdebeitablog.wordpress.com/ para que podáis leer más cosas como estas.
Y gracias Bea por una colaboración tan maravillosa, que me ha dejado abrirme tanto.

lunes, 7 de agosto de 2017

¿Hasta donde hay que aguantar por amor?

Pasa el tiempo en la relación, hay una discusión y tienes miedo de que ésta acabe, pero ¿de verdad sigues enamorada de él?
Estás con una persona que, cada momento que puede, aprovecha para sacar mierda, con una persona que confía antes en una persona a la que no conoce que en ti...
Lo has dejado todo por él, has dejado a un lado a todos tus amigos porque si le decías que ibas a salir solo con tu cuadrilla (ya no si lo hacías) te montaba una bronca enorme, te ignoraba por completo durante horas enteras mientras tú llorabas amargamente en el suelo, y cuando te veía que no podías más, que no podías respirar, te pedía perdón "destrozado", prometiendo que no iba a volver a pasar, que todo eso lo hacía por miedo a perderte. Pero todo eso se repite, día a día, día a día...
Y le perdonas, claro que lo haces. Lo haces porque lo quieres, ¿Y él? ¿Una persona que te quiere hace eso? ¿De verdad te quiere una persona a la que no le has fallado nunca y él no es capaz de "perdonarte" algo que solo existe en su cabeza?
Y después de mucho aguantar, después de quedarte sin lágrimas de tanto llorar, después de que te tuvieran controlada hasta por GPS con una app del movil e, incluso, diciéndome que todas mis conversaciones de WhatsApp le llegaban a él también así que "mucho cuidado con quien hablas, que me entero de todo" (palabras textuales que mi mente no quiere borrar). Después de muchas otras cosas, pasan algo más de cuatro años y te preguntas: ¿hasta donde piensa llegar? ¿Hasta donde tengo que aguantar por amor? Y lo que es peor aún: ¿aún queda algo de amor en esta relación?
Te da miedo hablarlo con la gente, porque te han acostumbrado a que lo haces todo mal, todo es culpa tuya porque eres mala, y te da miedo sentirte rechazada por la poca gente que te queda, más sola de lo que ya te sientes. Y no hay peor soledad que la soledad estando acompañado. Y si, todo eso pasa, porque tienes la autoestima varios metros bajo el suelo, porque nunca la dejaron crecer. Y de repente paras en seco y dices: ¡Basta ya! Mi vida no puede seguir así, merezco mucho más que esto aunque no me lo hayan dicho.
Y decides romper cadenas, volar, y aunque sientes que has malgastado un precioso tiempo de tu vida que no va a regresar, aprendes que aún te queda mucho por vivir, y que la vida y el destino tienen un montón de regalos que hacerte y muchas personas especiales esperándote.

                                                        Vive.


jueves, 3 de agosto de 2017

Enamorada.

Te levantas como cada mañana, abres la ventana para respirar el aire fresco. Sonríes, tienes una vida de ensueño. Te miras al espejo, ves que tu mirada se ilumina y no puedes evitar sonreír. Tu piel brilla, te das la vuelta y lo ves ahí, tumbado, tapándose la cara porque entra mucha luz por la ventana que acabas de abrir. Refunfuña porque quiere dormir un rato más y te vuelves a acercar a la cama a decirle que ya es hora de levantarse. Te sientas a su lado y, en un momento en el que te pilla desprevenida, te coge por la cintura y te vuelve a tirar a la cama llenándote de besos.
Eres feliz. Eres la persona más feliz del mundo. Y en ese momento en el que estás rodeada por sus brazos te das cuenta de que nunca antes habías sido tan feliz. Y piensas: ¿había sentido esto alguna vez?
No, nunca había sentido esa felicidad, y por mucho que pase el tiempo no desaparece esa sensación. Cada vez que te besa sientes lo mismo que la primera vez, ese hormigueo en la tripa, esas ganas de no separarte nunca de él.



Piensas en relaciones anteriores. ¿Alguna vez te habías sentido así? ¿En alguna de tus relaciones anteriores se había mantenido tanto esa felicidad? No, definitivamente no. Además de que nunca esa sensación había durado tanto, nunca había sido tan intensa.
De repente reaccionas cuando te empieza a hacer cosquillas, no puedes evitar mirarle fijamente a los ojos. Cuando él para de hacerte cosquillas y te mira a los ojos, no podéis evitar fundiros en un enorme beso, uno tan intenso que parece que vuestros labios no se van a separar nunca.

Te sientes plena. Tienes confianza en un futuro feliz. Estás completamente enamorada. Y ves en sus ojos las respuestas a todas tus dudas, ves el mismo brillo que cuando te miraste al espejo. Sabes que nunca nada puede salir mal, que las promesas se van a cumplir. Que siempre estará a tu lado...

                                                       
                                                             Siempre.